LOS DESTERRADOS HIJOS DE EVA
Echo de menos el
humo,
esa espesa niebla tan
densa
que nos hacía parecer
aún más irreales
que los personajes de
un cuento sin escena,
viajeros sin maleta
en un tren sin vía.
Siempre los mismos,
cada noche,
sentados a lo largo de la barra
nos miramos sin
hablar,
con los ojos de luto.
Miradas muertas en
cuerpos aún vivos.
Alguna vez, queda
vacío un hueco,
como quedó hace cinco
meses
cuando la chica del
fondo dejó de venir
y una sonrisa se dibujó en mi rostro al pensar,
que tal vez la vida le concedía un indulto…
Pero no, me equivoqué
y esta noche
ella vuelve a ocupar
su sitio,
me doy cuenta de que se está haciendo mayor,
aunque creo que tiene
más daños que años.
Otra noche más…
aquí estamos los
desterrados hijos de Eva,
sin suspirar, sin gemir,
y sin ganas ya de llorar.
Esperando que caiga
el telón
para salir de este
absurdo teatro
sin aplausos, sólo,
lo mas dignamente
posible.
Lo que más me jode
es que nos quiten el
humo
para alargar la
agonía…
© Nuria Velasco.
©Imagen: "La Chica del Bar" de Olbia.
Dentro de unos días os presentaré a mi amiga, la pintora Olbia para que podáis ir conociendo su fantástico trabajo.
Por cierto, este cuadro que me cautivó el primer día que lo vi, ya está colgado en mi casa...
Nuria.Has captado el alma de mi chica del bar. Enhorabuena
ResponderEliminarFelicidades a ti Olbia, por esta maravillosa pintura que habla por si sola...
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