LLANTO DE MUJER
No sé que ha pasado,
tampoco en que
momento exacto ha ocurrido,
pero algo ha cambiado
en mí.
Un día, de pronto,
mi alma se ha vestido
de otoño,
y una lluvia salada
que todo lo empapa,
me ha pillado sin abrigo
y sin paraguas…
Debe ser cosa de los años,
dicen que las mujeres
cuando llegamos a cierta edad,
nos volvemos más sensibles.
Puede que mis
hormonas
ya estén agonizantes
y yo,
que lo noto,
me pongo triste,
como si supiera que
aunque no me guste,
voy a tener que
asistir a su entierro
y lloro…
Lloro por todo,
lloro escuchando
canciones
lloro al ver a un cachorro
correr por el parque,
eso antes me daba
risa,
pero ahora lloro.
Y cuando me abrazan,
también lloro…
Y sé,
que la primavera no
va a volver
y que al tiempo le
importan un bledo mis lágrimas,
él sigue su ritmo,
inquebrantable,
indiferente,
con su tic-tac infinito
y monótono
mientras yo,
yo sólo lloro…
© Nuria Velasco
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