UN ADIÓS SILENCIOSO
Me voy de puntillas.
Que no resuenen mis
pisadas
en el abismo
insondable que nos separa,
ese que yo siento…, y
que tu niegas.
Me voy despacio.
Que no se despierten
los recuerdos
que un día unieron
nuestras manos,
esas que hoy siento
vacías… a pesar de tus limosnas.
Me voy calladamente.
Que no se alboroten
las palabras
que mantengan la paz
en nuestros labios,
esos que ayer
hablaban de amor… y hoy gritan silencios.
Me voy…
No sé cuando te darás
cuenta de mi partida,
quizás dentro de
algún tiempo
cuando me busques con
alguna escusa
y sólo encuentres el
eco de la ausencia.
© Nuria Velasco
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