NO MÁS CUENTOS
Érase una vez… Como me gustaban los cuentos de niña, en cuanto escuchaba esa frase, ya sabía que me iban a contar toda una historia.
Con el tiempo, la cosa fue perdiendo su encanto, siguieron
contándome cuentos, muchos. Al principio me los creía, luego ya me fui dando
cuenta, que sólo cambiaba el protagonista y el decorado, pero la historia
siempre era la misma.
El caso es que como soy feucha y no tengo reino, todos los
príncipes que pasaron por mi vida,
terminaron yéndose con bellas princesas de castillo en propiedad.
Así es
que, aunque en cada historia, di lo poco que tenía y todo mi amor, nunca
conseguí llegar a lo del final, ya sabes, a lo de las perdices…
© Nuria Velasco
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