AGUA Y FUEGO
Mi abuela decía que si miras el agua cuando la pones al
fuego, tarda más tiempo en romper a hervir.
No tengo prisa, a
las tres de la madrugada no hay mucho que hacer…
Observo lo que ocurre, de la nada, comienzan a formarse pequeñas bolitas,
parece que fueran de mercurio…
En mi casa, cuando un termómetro se rompía, yo guardaba el
mercurio en una caja roja de Juanolas y lo convertía en mi tesoro más preciado,
con un palillo de dientes lo separaba
haciendo bolitas como estas, aunque aquellas se comportaban de manera diferente, se atraían, se buscaban hasta que
lograban juntarse de nuevo…
Estas aparecen y al rato se esconden, como si huyeran de
algo, inseguras…queriendo escapar del destino.
Vuelven a asomar, cada vez son menos… hasta que desaparecen.
Todo se queda en calma, esa falsa calma antes de una tormenta…Humo
denso y de pronto ...burbujas como gritos enormes rompen la falsa quietud.
El agua cuando se expone al fuego, aunque la mires y tarde
más… al final hierve.
Nuria Velasco.
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