ÉL Y ELLA
No eran nada,
apenas
alguna noche de pasión descontrolada
y sin ser
llevaban años esperando que algo sucediera…
Ella,
que él hiciera una locura,
y la pidiera ser su día.
Él,
que ella le diera
pasión a sus horas muertas.
Ella acumulaba sueños,
él, posesiones.
Y un día llegó el silencio
y cortó su nada en dos.
Él,
con la valentía que caracteriza a los hombres
no se atrevió a hablar.
Ella,
con el sexto sentido que acompaña a las mujeres
no necesitó explicaciones.
Él,
y la mujer que era su día
serían tres.
Ella,
Siempre de noche y en singular
quemó sus sueños.
Y entendió que no eran nada
y nunca lo serían…
Nuria Velasco
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