LOS SUEÑOS DORMIDOS
Una taza de té
me invita a cerrar los ojos.
El calor que desprende entre mis manos
va despertando recuerdos
y yo,
me dejo guiar entre el silencio...
El azúcar dulcifica desengaños
la hierbabuena aromatiza ausencias,
mi sonrisa la provoca una pizca de canela
y el cardamomo despierta los sueños dormidos
haciéndolos bailar de nuevo
levitando ante mí,
humeantes,
sonrientes,
humeantes,
sonrientes,
para recordarme...
que aún siguen vivos.
Nuria Velasco
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